Siendo así, ¿qué dice esto de nuestro deseo de cambio? ¿De nuestro deseo de huir de nuestra vida? ¿Por qué utilizamos una palabra más a menudo que la otra? Claro, querer huir suena peor, pero ¿está justificado que sea así?
No lo sé. No sé si dice algo, si debería decir algo. Esas preguntas no tienen respuestas. Son preguntas que vienen y se van. Aunque recuerdo que llegué a la frase del título pensando en el cambio que estoy viviendo.
Si dices muchas veces cambio llegas a la huida. Cambio, cambio, camb, cam, ca... huida.
Luego leí una frase de un autor inventado llamado Autre en la novela de Enrique Vila-Matas en su "Kassel no invita a la lógica" que está hablando de la huida como tema de su próximo texto. Autre lo explica a un periodista: "Cambiar tu vida del todo en dos días, sin importarte en absoluto lo que ha ocurrido antes, marcharte sin más. ¿Sabe a lo que me refiero?". El periodista dice que Autre está hablando de volver a empezar. Autre lo niega. Dice que no, que ni siquiera está hablando de volver a empezar.
Y ahí levanté los ojos de la página. Pero entonces, ¿de qué está hablando?
Hace dos días una amiga habló del deseo de huir de su vida. Utilizando esta palabra, ¿tampoco habla de volver a empezar? Puede ser. Hace unos años lo sentí en mis carnes, y es verdad, no pensé en volver a empezar. En momentos así piensas en seguir, no en volver. Por eso huyes. Desapereces de esta vida y esta vida desaparece para ti. La huida es irremediable, es definitiva, es absoluta. El cambio no. El cambio es un parche en tu vida actual. El resto, que al final es todo, seguirá igual. Por eso hacen falta muchos cambios para encontrar lo que buscas, y aun así nunca son suficientes. Para provocar un cambio de vida, que al fin y al cabo puede que siempre sea una huida.
Por eso dije: "Quiero saber cómo soy yo sin ti."
Era radical. Aterrador. Doloroso. Y era liberador.
Fue una huida; ahora lo veo.
En horas muy oscuras, turbias, cuando solo el pensamiento de irme parecía terrible, una especie de muerte, una pérdida absoluta, me consoló la intuición que en realidad no había nada extraordinario en ese deseo. Es bastante común, hasta natural sentir la tentación de dejar tu propia vida. Solo que la gente no está acostumbrada mencionar ese tipo de detalles. Bajarse del tren. Hacer una pausa. Alejarte de lo conocido, de los colores, de los olores y caricias familiares y descansar. Simplemente descansar. De tu propia vida. Mucha gente se siente así a veces, si no todo el mundo.
Deberíamos hablar más de estos temas.
Yo cumplí mi deseo, caí en la tentación y recibí lo que deseé. Con todas las consecuencias.
Y no es volver a empezar. Es otra cosa. Pero, ¿qué es? Algo parecido a la fragmentación de la vida. Algo...
¿Cómo nombrar algo que aún no tenga nombre?